A ocho días de las elecciones, el Gobierno dio una especie de muestra gratis del Sistema Único de Boleto Electrónico (SUBE). Ayer, a las 8.20 de la mañana, finalmente, se entregaron las primeras tarjetas electrónicas para utilizarse en sólo seis líneas de colectivos, dos ramales de trenes y los subtes. Por ahora quedaron afuera las restantes 364 líneas de colectivos que recorren la Capital Federal y el conurbano.
El operativo comenzó en el hall que comunica la estación Retiro de la línea C del subterráneo con el ferrocarril Mitre. Allí se montaron cuatro puestos donde diez promotoras entregaban las tarjetas del SUBE a los cientos de pasajeros que las esperaban ordenadamente en filas.
El escenario se repitió en otros cuatro puntos de distribución situados en las estaciones Constitución, Once y Federico Lacroze, y en la esquina de Florida y Diagonal Norte. Se distribuyeron en total 15 mil tarjetas, y el resto de esa partida de 50 mil se entregará entre esta mañana y la semana que viene.
La tarjeta SUBE funciona en los transportes que ya aceptaban Monedero, el boleto electrónico que desde hace años comercializa el grupo Roggio. Sirve para los subtes, las líneas 5, 8, 101 y 50 de colectivos y el ferrocarril Urquiza.
Ayer, empezaron a notarse problemas en dos líneas que participan del sistema –la 61 y la 62– que no aceptan Monedero y tienen su propia tarjeta.
A pesar de la marea de gente que por momentos desembocaba del tren hacia el subte en Retiro, la entrega de las primeras tarjetas del SUBE fue ordenada pero lenta. Sin embargo, tanto los usuarios que sabían de la entrega como los que llegaban a la fila por curiosidad esperaban pacientemente su tarjeta. Otros preguntaban hasta cuándo estarían los stands para pasar a la vuelta del trabajo, sin la presión del reloj.
Para obtener su credencial del SUBE, el pasajero debe llenar un formulario con sus datos personales y presentar un documento. Luego de eso, la promotora le entrega la tarjeta y el usuario debe cargarla en las boleterías de Monedero o en los kioscos habilitados para ese tipo de recargas.
Muchos de los que hacían la fila tanto en Retiro como en Constitución son usuarios de los tres medios de transporte: tren, subte y colectivo. A pesar de que en este último el SUBE es bastante limitado –lo que suscitó repetidas quejas–, la tarjeta fue percibida como una pequeña solución para los pasajeros, esperanzados en que el nuevo plástico se extienda y no quede sólo en esta prueba piloto.
Para los que ya tenían Monedero el cambio no es significativo porque tres de las cuatro líneas de colectivo que ahora aceptan la SUBE son las mismas que ya funcionaban con aquel sistema.
Lo mismo pasa con el tren: el pasaje del Urquiza ya se podía pagar con Monedero y ahora acepta SUBE, mientras que el Belgrano Norte todavía no compatibilizó su sistema con el oficial. Este ferrocarril cuenta con una tarjeta propia que se llama Lista y su sistema electrónico debe ser modificado para reconocer la SUBE.
En esa misma situación se encuentran las dos líneas del grupo Plaza (61 y 62) que tienen el equipamiento para boleto electrónico pero propio, que no acepta SUBE.
En Plaza Constitución hubo tres puestos del SUBE por la mañana y las colas de gente fueron larguísimas. Los usuarios esperaron hasta 50 minutos para obtener su tarjeta. Pero el fantasma de que se agoten hizo que los pasajeros soportaran la demora.
El dueño de Mica, la empresa de logística encargada de la distribución de las tarjetas, Luis Lons, le contó a Crítica de la Argentina que en la primera hora y media de distribución se entregaron 360 tarjetas en Constitución y cantidades similares en el resto de los puntos.
Por ese motivo, a esa hora esperaban la llegada de otras 2 mil tarjetas en cada estación y así abastecer la demanda.
A media mañana, a los tres stands del hall de Constitución se le sumó uno más: el de campaña de Kirchner y Scioli, que aprovecharon la concurrencia de pasajeros para subir la campaña oficial al SUBE.
Aviso para los usuarios de las líneas 61 y 62
En el anuncio oficial del lanzamiento del SUBE se suponía que la nueva tarjeta se podría usar en las líneas 61 y 62. Estos colectivos del grupo Plaza que comunican Constitución con Retiro y Once cuentan con un sistema propio de tarjeta magnética, desarrollado por Siemens, que sí expende boleto (no así el Monedero-SUBE de Roggio). El problema con el que se encontraron los pasajeros del 61 fue que la tarjeta del SUBE no es compatible con su sistema ni con el de la 62: al acercar la tarjeta, no la reconoce. Los empleados de la empresa no tienen novedades del gobierno acerca de cuándo adaptará o reemplazará sus máquinas para que se sumen al SUBE. Mientras tanto recomiendan la tarjeta propia, que funciona desde hace unos cuantos meses, como solución a la escasez de monedas.
Vía: Critica de la Argentina
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sábado, 20 de junio de 2009
Al SUBE le llegó el día del debut
Etiquetas:
boleto electrónico
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1 comentario:
Giles nadie les va a publicar nada por que si pensamos diferente nos eliminan el comentario,y asi de a poco nadie los va a mirar,sigan asi giles.CADA DIA QUE PASA SE PARECEN MAS Y MAS A LA BUROCRÁTICA U.F DE PEDRAZA
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