domingo, 19 de julio de 2009

Peligrosamente agazapado

Eduardo Duhalde es un hábil administrador del silencio y ha sabido hacer de él una herramienta inquietante. El 3 de julio regresó al país y sólo abrió la boca para recordarle a la Presidenta que “el camino es el diálogo”. Luego, volvió al mutismo, alejado del mundo en un spa de Misiones. El lomense se mueve con pies de plomo. Sabe que en esta etapa cualquier paso en falso podría ser aprovechado por Néstor Kirchner para colgarle el sambenito del ánimo “destituyente”.

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2 comentarios:

LIZ dijo...

HOLAAAAAAAAAAAA!!!!!!!!!!!!
A TODOS LOS QUE ENTRAN A ESTE BLOG Y A TODOS LOS QUE FORMAN PARTE DE LA PRENSA, LES DESEO QUE TENGAN UN MUY FELIZ DIA DEL AMIGO!!!
BESOS Y ABRAZOS
Liz

Anónimo dijo...

QUE BIEN NOS VIENEN ESOS BESOS Y ABRAZOS!!! CUANDO PASAS POR EL TALLER?

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