"Hace mucho tiempo que el Transporte no es considerado como una política de Estado, por eso mi estrategia es fijar un verdadero plan de ataque".
De esta manera se expresaba el nuevo Secretario de Transporte el pasado 5 del corriente en una entrevista que le realizara el diario Clarín, donde consultado sobre cuales serian los ejes de ese “plan de ataque” el poli funcional Juan Manuel Schiavi expresó cinco ítem excluyente como iconos de su futura gestión: “El desarrollo productivo, porque el transporte hace o no sustentable a una región del país.” “Que el sistema sea eficiente, que aporte a la integración territorial.” “La gestión ambiental, que el sistema sea más eficiente desde lo ecológico.” “La calidad de vida, porque menos tiempo de viaje es más tiempo de ocio.” Y “la innovación tecnológica”.
Cinco verdades absolutas utilizados otrora como bastión de campaña por sendos gobiernos de turno pero que a esta altura todas se fueron desvaneciendo en el tiempo desnudando la hipócrita retórica de hablar y hablar para nunca hacer nada. Toda una lírica oportunista donde los Kirchner en este oscuro presente y en sus dos versiones no son la excepción a la regla.
El ahora number one de Transporte propone resurgirlo desde las cenizas y reconoce acertadamente que desde “hace mucho tiempo que el transporte no es considerado como una política de Estado” y bien que lo hace al menos reconociéndolo, pero pasado el tiempo de oportunidades, desperdiciados todos en faraónicos proyectos con un despilfarro inútil de divisas del Estado ¿que buena razón nos garantiza que en los tiempos por venir será todo lo contrario? No creemos que Juan Manuel Schiavi sea el iluminado de las cosas buenas por hacer, mucho menos en este momento donde la globalizada crisis golpea hasta los rincones más insospechados. Si hojeamos su antecedente inmediato, el buen hombre carga el sayo, entre tantas otras, de haber sido hasta hace unos escasos días el lugarteniente del eyectado corrupto Ricardo Jaime y por ende lineal a su política ultra subsidiaria como un dato para tener en cuenta, además es alumno regular del no menos cuestionado Julio De Vido, hacedores todos de la paupérrima política ferroviaria que impera en el presente.
Tampoco su gestión al frente del engendro gubernamental llamado Administración de Infraestructuras Ferroviarias Sociedad del Estado (ADIFSE) habla muy bien de Schiavi, su misión como presidente actual de la sociedad estatal se ha basado en un 80% de puros proyectos incomprensiblemente nunca realizados en materia ferroviaria, la electrificación del Roca, del San Martín y Buenos Aires - González Catan del Belgrano Sur (ver aquí) son claros ejemplos.
Lo cierto y cruel es que de acá a mediados de agosto o finales a más tardar, sumado a lo antes dicho, el flamante secretario de Transporte quiere poner sobre la mesa un nuevo esquema de subsidios al transporte, que el año pasado superaron $ 8.700 millones. Eso implicará, claro, discutir las tarifas de trenes, subtes y colectivos y no nos cabe la menor duda que discutir subsidios en nuestra presente y alicaída economía implica subir tarifas.
Desde su propia garganta se oyó decir que “la mayor parte de los países de América Latina tienen la tarifa media en un dólar. La realidad es que aquí la tarifa es muy baja y esto lleva a una situación que no es buena. Por eso tenemos que reformar los subsidios con equidad, con justicia y con controles. Se discutirá sobre la equidad de ciertas tarifas”
Nota: Valor del dólar al cierre de la nota: $3,82 para el tipo comprador y sigue subiendo.
Ante todo lo dicho sospechamos que se viene un nuevo tarifazo para sacudir el bolsillo de los trabajadores, es el “plan de ataque” que propone el gobierno de la mano del debutante Secretario de Transporte, una vez más para engrosar el fracasado modelo Kirchnerista mientras la verdadera reconversión federal ferroviaria sigue esperando.
De esta manera se expresaba el nuevo Secretario de Transporte el pasado 5 del corriente en una entrevista que le realizara el diario Clarín, donde consultado sobre cuales serian los ejes de ese “plan de ataque” el poli funcional Juan Manuel Schiavi expresó cinco ítem excluyente como iconos de su futura gestión: “El desarrollo productivo, porque el transporte hace o no sustentable a una región del país.” “Que el sistema sea eficiente, que aporte a la integración territorial.” “La gestión ambiental, que el sistema sea más eficiente desde lo ecológico.” “La calidad de vida, porque menos tiempo de viaje es más tiempo de ocio.” Y “la innovación tecnológica”.
Cinco verdades absolutas utilizados otrora como bastión de campaña por sendos gobiernos de turno pero que a esta altura todas se fueron desvaneciendo en el tiempo desnudando la hipócrita retórica de hablar y hablar para nunca hacer nada. Toda una lírica oportunista donde los Kirchner en este oscuro presente y en sus dos versiones no son la excepción a la regla.
El ahora number one de Transporte propone resurgirlo desde las cenizas y reconoce acertadamente que desde “hace mucho tiempo que el transporte no es considerado como una política de Estado” y bien que lo hace al menos reconociéndolo, pero pasado el tiempo de oportunidades, desperdiciados todos en faraónicos proyectos con un despilfarro inútil de divisas del Estado ¿que buena razón nos garantiza que en los tiempos por venir será todo lo contrario? No creemos que Juan Manuel Schiavi sea el iluminado de las cosas buenas por hacer, mucho menos en este momento donde la globalizada crisis golpea hasta los rincones más insospechados. Si hojeamos su antecedente inmediato, el buen hombre carga el sayo, entre tantas otras, de haber sido hasta hace unos escasos días el lugarteniente del eyectado corrupto Ricardo Jaime y por ende lineal a su política ultra subsidiaria como un dato para tener en cuenta, además es alumno regular del no menos cuestionado Julio De Vido, hacedores todos de la paupérrima política ferroviaria que impera en el presente.
Tampoco su gestión al frente del engendro gubernamental llamado Administración de Infraestructuras Ferroviarias Sociedad del Estado (ADIFSE) habla muy bien de Schiavi, su misión como presidente actual de la sociedad estatal se ha basado en un 80% de puros proyectos incomprensiblemente nunca realizados en materia ferroviaria, la electrificación del Roca, del San Martín y Buenos Aires - González Catan del Belgrano Sur (ver aquí) son claros ejemplos.
Lo cierto y cruel es que de acá a mediados de agosto o finales a más tardar, sumado a lo antes dicho, el flamante secretario de Transporte quiere poner sobre la mesa un nuevo esquema de subsidios al transporte, que el año pasado superaron $ 8.700 millones. Eso implicará, claro, discutir las tarifas de trenes, subtes y colectivos y no nos cabe la menor duda que discutir subsidios en nuestra presente y alicaída economía implica subir tarifas.
Desde su propia garganta se oyó decir que “la mayor parte de los países de América Latina tienen la tarifa media en un dólar. La realidad es que aquí la tarifa es muy baja y esto lleva a una situación que no es buena. Por eso tenemos que reformar los subsidios con equidad, con justicia y con controles. Se discutirá sobre la equidad de ciertas tarifas”
Nota: Valor del dólar al cierre de la nota: $3,82 para el tipo comprador y sigue subiendo.
Ante todo lo dicho sospechamos que se viene un nuevo tarifazo para sacudir el bolsillo de los trabajadores, es el “plan de ataque” que propone el gobierno de la mano del debutante Secretario de Transporte, una vez más para engrosar el fracasado modelo Kirchnerista mientras la verdadera reconversión federal ferroviaria sigue esperando.
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