“Procesado y embargado, el ferroviario Pedraza goza de sus vacaciones en Rió”, así tituló una nota el diario Perfil allá por febrero del corriente donde daba cuenta que el “gordo” de la Unión Ferroviaria disfrutaba – junto a su segunda amada - de unos días de descanso en el lujoso Sheraton de Río de Janeiro. El sinvergüenza, sin ponerse colorado pagó 400 dólares la noche, sin desayuno, ¿qué tal?
Lo lamentable del caso es que cuando volvió de su “humilde veraneo” nos “abrochó” con 300 mangos de aumento salarial a todos los ferroviarios, fiel a su costumbre de no consultar a los trabajadores como corresponde, democráticamente.
Sin asambleas ni nada que se le parezca, el tipo, al mejor estilo Samurai, nos atravesó un soberano sablazo marca cañón por la espalda y a otra cosa mariposa.
Aun así parece mentira pero lo cierto y ridículo del caso es que en la Línea Sarmiento todavía existen quienes lo idolatran y le rinden culto al cuasi mafioso y otros descolgados que lo favorecen pintándose de violeta progre… ¡patético!
A continuación transcribimos la nota completa de Perfil donde reflejaba el merecido descanso del procesado por estafar ferroviarios, para los frágiles de memoria...
Uno de los “gordos” de la CGT y líder de la Unión Ferroviaria disfrutó de unos días de descanso en el lujoso Sheraton de Río de Janeiro. Acompañado por su mujer, José Pedraza pagó 400 dólares la noche, sin desayuno. El gremialista fue procesado por estafar a los afiliados de su sindicato y embargado por 50 millones de pesos. A la espera de un juicio oral que no llega, se apoya en sus abogados del Estudio Righi y en el secretario de Transportes Ricardo Jaime
Lejos del frío madrileño que asoló a sus compañeros “cristinistas” de la CGT, el líder ferroviario José Pedraza disfrutó en los últimos días de un reparador y soleado descanso en Brasil. Para que el goce fuera completo, no se hospedó en cualquier sitio: ocupó una de las 559 habitaciones del Sheraton Río Hotel, en el elegante barrio carioca de Leblón.
Junto a su segunda esposa, Graciela Coria, Pedraza tomó sol al costado de la gran pileta, caminó por la exclusiva y blanca playa del hotel y aprovechó el spa. Hay cosas que no tienen precio, pero estos gustos sí. La suite ejecutiva 1726, con vista al mar, que ocupó entre el jueves 5 y el miércoles 11 de febrero costó US$ 400 diarios, sin desayuno.
Junto a su segunda esposa, Graciela Coria, Pedraza tomó sol al costado de la gran pileta, caminó por la exclusiva y blanca playa del hotel y aprovechó el spa. Hay cosas que no tienen precio, pero estos gustos sí. La suite ejecutiva 1726, con vista al mar, que ocupó entre el jueves 5 y el miércoles 11 de febrero costó US$ 400 diarios, sin desayuno.
Jefe inamovible desde hace más de 25 años de la Unión Ferroviaria (UF), Pedraza decidió darse este costoso gustito aunque la suerte –judicial, en este caso– a veces se le torne esquiva. Hace casi tres años la Justicia lo procesó por una presunta y millonaria estafa contra los afiliados a su gremio, además de embargarlo por $ 50 millones. Acaso no existan barreras para detener la marcha de este histórico “gordo” cegetista.
Tren de vida. Los contratiempos en los Tribunales no parecen haber hecho mella en el nivel de vida de José Angel Pedraza, un cordobés sagitariano de 65 años. Y no sólo por el hospedaje en el Sheraton. Mantiene su casona en el coqueto barrio de Villa Sarmiento, en Haedo, que compró en 1998 por unos US$ 700 mil. Allí los vecinos registran varios tiroteos en los últimos años y recuerdan en especial el intento de robo del año pasado, repelido por la custodia de José Ángel y que causó un muerto. Tal vez eso explique por qué en el gremio hay quienes aseguran que en realidad pasa más tiempo en una residencia más acogedora en Parque Leloir (Castelar).
Sus ingresos declarados tampoco recibieron el impacto judicial. Además de ser secretario general de la UF, Pedraza ocupaba un sillón de director en el Belgrano Cargas, el tren que sólo manejaba su gremio (con resultados casi catastróficos) y que el kircherismo abrió a otros sindicatos y empresarios (Moyano, Macri Franco y representantes chinos), además de guardarle el lugarcito a José Ángel. Tal es el ritmo, que de acuerdo a los datos suministrados por el BCRA a las organizaciones de riesgo crediticio, Pedraza registró sólo en noviembre pasado un gasto de $ 24.800, en su tarjeta de crédito del Banco Galicia.
Su mujer le sigue el paso. La contadora Graciela Isabel Coria, capricorniana de 55 años, también tiene sus ingresos. Presidió el Belgrano Cargas (el ramal que manejaba su marido) y ahora también tiene un lugar en la Sociedad Operadora de Emergencia SA, que gestiona en la era K la misma línea. Sus consumos aparentan ser más moderados. Según la misma fuente y sólo en noviembre, sus tarjetas del Banco Galicia y American Express sumaron gastos por $ 7 mil. Le convendría, eso sí, tener saldo a favor para abonar la docena de multas de tránsito que la esperan en el Gobierno de la Ciudad.
Podría llamar la atención que un dirigente que fue procesado y embargado por estafa y está a la espera del juicio oral ande tranquilamente por las mejores playas. Todo es posible.
Durante años, la UF obligó a sus miles de afiliados a pagar por adelantado su sepelio, en cuotas de $ 10. La Justicia descubrió que unos $ 34 millones de esa recaudación se habían evaporado. Cuando se conoció la noticia del procesamiento de Pedraza, se consideraba inminente su juzgamiento. Pasaron casi tres años… y Pedraza veranea en Río.
Así como no ahorra en vacaciones, tampoco lo hace en abogados: es defendido por el Estudio Righi, creado por el actual Procurador General de la Nación (Esteban Righi) y que heredó su hijo. En ámbitos judiciales se destaca la capacidad de los letrados de Righi & Asociados para llevar causas de alta complejidad.
Además, retirado de la línea de fuego en la pelea sindical, Pedraza guarda relación con interlocutores válidos en el Gobierno. Tal el caso de Ricardo Jaime, secretario de Transporte y multimillonario repartidor de subsidios.
Tiempo atrás, Pedraza ensayaba en La Nación una justificación de su encarrilado estándar: “Yo sé lo que es limpiarme la cola con papel de diario en un excusado y lo que es dormirse sin comer. Nunca quise que mis hijas tuvieran que pasar por eso”. Un hombre fiel a sus convicciones.
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