Ud. preguntará por qué luchamos

Recordando quizás aquellos tiempos de verdaderas y transparentes luchas, un viejo ferroviario nos decía que “Pedraza seguramente debe tener colgado algunas medallas en su pecho pero que a esta altura de la historia deben estar oxidadas”

Probablemente así sea, nosotros creemos que aun oxidadas debería devolverlas como tributo a la memoria de los casi cien mil ferroviarios que él mismo cínicamente lo arrastrara al abandono convirtiéndolos en parias del sistema cuando en los ’90 junto al tristemente famoso riojano entregaron el ferrocarril a cambio de un ilusorio salto a la modernidad.

En realidad fue el triste salto a la fama que lo convirtió en estrella rutilante de permanentes traiciones y más entrega hasta los días que vivimos. Allá lejos y hace tiempo quedaron los ideales de claros principios donde el mandamás de la Unión Ferroviaria se decía un convencido marxista para transmutarse en el engendro leonino de los tiempos modernos donde ya no cabe un espacio para pintarlo de cuerpo y alma.

A los que “debutamos” como trabajadores ferroviarios nos retuerce la idea de que José Pedraza, fiel a sus principios, otra vez nos lleve a esa encrucijada que él mismo ayudó a construir con los poderes de turno y que no está dispuesto a abandonar por “millonarias” razones, y entre otras que lo atan de pies y manos.

Ante ello, no en vano, gracias a Dios o al diablo o a quien sea, existen voluntades que se oponen al perverso sistema de un sindicalismo viciado de corruptela y patronal. Son voluntades que luchan desde el llano para poner en valor la dignidad de los trabajadores ferroviarios porque en definitiva eso somos.

Hay algo que emerge como sangre nueva dispuesto a reivindicar la historia, somos los “nuevos” ferroviarios del Sarmiento que el miércoles 19 vamos a estar en Once para decir ¡vade retro Pedraza!, ahora empezamos a escribir nosotros… por eso estamos aquí.

Recibido vía e-mail
José A. B. I Control de Evasión

Prensa Bordó te recomienda leer ésta nota, hacé clic acá.