Descarrilamiento en los Talleres de Castelar

Algunos medios recogieron lo que voces interesadas de TBA dejaron deslizar. Dejaron flotando intencionalmente que los últimos accidentes ocurridos en el Sarmiento se tratarían de “posibles sabotajes” producto de una interna sindical. Nada más entupido y criminal si pretenden con ello esconder la realidad que desnuda la total falta de inversión que esta empresa viene sosteniendo a pesar de estar bendecida por este gobierno con millonarios subsidios (ver: Trenes: la ayuda se multiplicó...) Mucho más entupido resultaría que los propios trabajadores atentasen contra su fuente laboral y más criminal aun contra sus propios compañeros. Si TBA pretende con esta actitud sepultar la falta de una respuesta coherente a la sociedad ante el vaciamiento que se viene llevando a cabo entonces esta empresa está meando fuera del tarro, valga la expresión.

El accidente de Castelar del día 15 (ver: Desgracia con suerte) y el descarrilamiento en la fosa de mantenimiento ocurrido en el depósito no es otra cosa que el resultado de la falta de una política seria en materia de inversión. Esta situación es denunciado permanentemente por el Cuerpo de Delegados ante los organismos de control y los hechos ocurridos ratifican hasta que punto TBA y el propio gobierno miran para otra lado sin dar una respuesta contundente para prevenir este tipo de cosas y como punto excluyente salvaguardar la vida de los trabajadores ferroviarios y las de los propios pasajeros que a diario utilizan el servicio.