Cuando la famosa 125 tocaba sus íntimos intereses, el senador aceitero, otrora congenio menemista, Roberto Urquía levantaba su mano para dar su no negativo al gobierno que lo supo tapar de subsidios a su enorme emprendimiento. Esta decisión desde ya que le valió comerse varios garrones oficiales hasta incluso ser bastardeado por el entonces maestro piquetero y vocero oficial ultra K D’Elia que ante semejante traición lo declaró enemigo de los Kirchner tildándolo de “burgués nacional y chanta”… algo que en el peor de los casos coincidimos con el impresentable docente.
Pero bueno, la descerebrada que oficia de presidenta de los argentinos una vez más ha caído en la amnesia que cada tanto la desmaya y en su afán de sumar votos para pasar en limpio los proyectos oficiales ha decido por decreto condonar las deudas de la empresa ferroviaria Nuevo Central Argentino que por ahora está en manos del senador cordobés. Asimismo, le redujo el canon por la explotación de 4.750 kilómetros de vías y amplió sus servicios, es decir, a partir de ahora el NCA podrá actuar como empresa operadora de servicios interurbanos de pasajeros. Tras cartón le habilitó la posibilidad de acceder a MÁS subsidios del Estado. Le otorgó casi 200 millones de pesos para el “fortalecimiento de la infraestructura de los corredores interurbanos de pasajeros”.
Todo un rosario de beneficios para premiar la eterna corrupción que nos gobierna.
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