
El otrora titular de la CGT que allá por el 2000 fuera desplazado de la obra social de la alimentación por encontrarse la misma con serias irregularidades financieras y alevosos cortes en los servicios médicos y que en 2004 fuera procesado por "administración fraudulenta" en una increíble maniobra en la que se vendió un terreno de su sindicato en 5 millones de dólares, pero a las arcas del gremio sólo entró un millón y medio, sale ahora a cuestionar la representatividad de los delegados de la fábrica. Una cualidad que los ferroviarios tenemos una enorme experiencia si de dirigentes ladrones, patronales y obsecuentes se trata.
“La comisión interna no tiene ningún tipo de respaldo” argumentó el imbécil (aquí la nota). Toda una actitud burocrática y archiconocida de éste dirigente sindical que renueva con este accionar la entrega sistemática de los trabajadores que luchan a la criminal política de despidos que capitanea este gobierno, donde se suma la total displicencia de la adicta CGT que ahora descaradamente le suelta la mano a los trabajadores que pelean por su fuente de trabajo.
1 comentario:
Zorete de cuarta
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